Muchas veces se confunde establecer una intención durante una práctica espiritual con establecer metas u objetivos. Entender la diferencia entre intención y meta puede conducirnos a una vida más liviana con menos expectativas y más consciente del momento presente. La meta es un resultado a futuro relacionada con el comportamiento o con una aspiración personal, familiar, laboral, etc. La persona establece una planificación, trabaja duro para lograrlo al organizar su tiempo y energía en función a sus objetivos que ayudan a proporcionar dirección a su vida. Sin embargo. Comprometerse con la visualización de esos objetivos puede ser útil para cumplir tus metas pero no es el establecimiento de una intención y se aleja del momento presente. Entonces, te invitamos a analizar ¿Vas a alcanzarla tu meta? ¿Vas a ser feliz cuando la logres? ¿Qué sigue? En cambio, la intención es un camino o una práctica que se centra en la forma en la que está tu SER en el momento presente. Su atención siempre está aquí y ahora, en el único momento en el que en realidad vives. La importancia de la intención radica en hacer un compromiso personal para alinear las acciones cotidianas con los valores internos (p.e paz, amor, confianza). A medida que la meditación se torne en una práctica diaria, tu capacidad para actuar sobre tus intenciones florecerá. Se llama práctica ya que es un proceso en constante renovación, se trata de vivir las intenciones día a día, no olvidarlas y tampoco aferrarse a ellas. Si bien es cierto, la meta te ayuda a encajar en el mundo y a ser una persona productiva pero es la intención la que te brinda integridad y da significado a tu vida (aquí y ahora). Al cultivar la intención se aprende a establecer metas prudentes y luego a trabajar duro […]
¿Qué tipo de combustible le estás brindando a tu cuerpo? ¿Eres consciente de tu respiración? La vida es una novela y nuestro cuerpo es el vehículo en el que viajamos. Si el cuerpo es el vehículo, la respiración es el combustible. Por lo tanto la calidad del combustible determina el correcto funcionamiento del vehículo. La respiración superficial es el combustible de baja calidad, es la respiración cotidiana autónoma (respiración con el pecho) en la cual no eres consciente de la inhalación y exhalación. Al no inhalar la suficiente cantidad de aire para oxigenar las células del cuerpo, otros órganos y músculos se ven forzados a trabajar más para que el cuerpo pueda funcionar apropiadamente. Fatiga, falta de energía, falta de entusiasmo por la vida son algunas de las consecuencias de esta lucha diaria de nuestro cuerpo debido a la falta de combustible de calidad que le estamos proporcionando con cada respiración superficial. La respiración está íntimamente ligada con el sistema nervioso Cuando respiramos superficialmente y/o rápidamente o cuando se contiene el aliento, el sistema nervioso de alerta (S.N. simpático) bombea adrenalina elevando la frecuencia cardíaca y acelerando la respiración al contraer los vasos sanguíneos y dilatar los conductos de aire. Siendo esta, una estrategia de supervivencia. El dilema es que la mayoría de nosotros estamos muy estresados, poco descansados, muy agobiados y respiramos bajo el nivel, tanto así que nuestro sistema nervioso de alerta (S.N. simpático) entra en acción constantemente para enfrentar eventos que no requieren ese empuje. Por ejemplo, estar atascados en el tráfico causa estrés, nuestra atención -generalmente- se enfoca en la caótica situación y nos dejamos llevar por la irritabilidad. Activando sistemas de alerta innecesarios en nuestro cuerpo (innecesarios porque estar en el tráfico no es una situación de vida o muerte) para lidiar con una situación determinada. Sin […]
Todos tenemos la capacidad y la oportunidad de cultivar la gratitud. Simplemente toma un momento para centrarte en todo lo que tienes – en lugar de quejarte de todas las cosas que piensas que mereces. El desarrollo de una «actitud de gratitud» es una de las formas más sencillas de mejorar tu satisfacción con la vida. Ser grato no cuesta ni dinero ni tiempo y sus beneficios son enormes. 1. Abre nuevas oportunidades Hoy es un buen día para reconocer las contribuciones de otras personas en nuestra vida cotidiana. No se trata de decir “gracias” por norma de educación, la gratitud es DEMOSTRAR APRECIO. Esto puede ayudarte a ganar amigos y a establecer relaciones continuas con nuevos conocidos, lo cual puede conducir a nuevas oportunidades. 2. Mejora tu salud física Las personas agradecidas experimentan menos dolores y molestias y son más saludables que otras personas. No es sorprendente que las personas agradecidas son CONSCIENTES DE SU VIDA y tienden a cuidar de su salud. 3. Mejora la salud psicológica. La gratitud reduce una multitud de emociones tóxicas, que van desde la envidia y el resentimiento a la frustración y arrepentimiento. La gratitud aumenta efectivamente la felicidad y reduce la depresión, pruébalo. 4. Aumenta la empatía y reduce la agresión. Las personas agradecidas son más propensas a comportarse de una manera pro-social aun cuando se encuentran cerca de personas poco amables. Los participantes de un estudio propuesto por la Universidad de Kentucky (2012) evidenciaron que entre más alta es la escala de gratitud menos interesados están en tomar represalias contra los demás, incluso cuando se les da un voto negativo. Ellos experimentaron una mayor sensibilidad y empatía hacia otras personas y un menor deseo de buscar venganza. Interesante, cierto? 5. La gente agradecida duerme mejor. Escribir un diario de gratitud mejora el sueño, según un […]