Muchas veces se confunde establecer una intención durante una práctica espiritual con establecer metas u objetivos.
Entender la diferencia entre intención y meta puede conducirnos a una vida más liviana con menos expectativas y más consciente del momento presente.
La meta es un resultado a futuro relacionada con el comportamiento o con una aspiración personal, familiar, laboral, etc. La persona establece una planificación, trabaja duro para lograrlo al organizar su tiempo y energía en función a sus objetivos que ayudan a proporcionar dirección a su vida. Sin embargo. Comprometerse con la visualización de esos objetivos puede ser útil para cumplir tus metas pero no es el establecimiento de una intención y se aleja del momento presente. Entonces, te invitamos a analizar ¿Vas a alcanzarla tu meta? ¿Vas a ser feliz cuando la logres? ¿Qué sigue?
En cambio, la intención es un camino o una práctica que se centra en la forma en la que está tu SER en el momento presente. Su atención siempre está aquí y ahora, en el único momento en el que en realidad vives. La importancia de la intención radica en hacer un compromiso personal para alinear las acciones cotidianas con los valores internos (p.e paz, amor, confianza). A medida que la meditación se torne en una práctica diaria, tu capacidad para actuar sobre tus intenciones florecerá. Se llama práctica ya que es un proceso en constante renovación, se trata de vivir las intenciones día a día, no olvidarlas y tampoco aferrarse a ellas.
Si bien es cierto, la meta te ayuda a encajar en el mundo y a ser una persona productiva pero es la intención la que te brinda integridad y da significado a tu vida (aquí y ahora). Al cultivar la intención se aprende a establecer metas prudentes y luego a trabajar duro por alcanzarlas sin quedar atrapados en el apego a un resultado. Recuerda que tus intenciones te reconectan con tu SER interior, al que descubres en el silencio pleno, independientemente de que cumplas o no con tus metas…
El poder de la intención nace del corazón, del aquí y ahora en un único momento real de tu vida. Tómate un tiempo para descubrir en el silencio, la intención de tu corazón.